"El nuevo caza tardará aún algún tiempo " afirma la presidenta de Brasil.
En medio de insistentes rumores de que inclusive, con su flota de punta en problemas, Brasil podría hasta llegar a ampliar la cantidad de Mirage 2000existentes actualmente, ya en franco rumbo a la obsolescencia, como fórmula de transición muy poco deseable para la Fuerza Aérea de Brasil, durante la visita presidencial a Francia, este extremo- felizmente- ha sido descartado. Sin embargo, la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, tampoco ha permitido ser muy optimista respecto a una pronta dilucidación del tema. En el transcurso de una conferencia de prensa afirmó que la licitación "va a llevar algún tiempo, y depende de la recuperación del país".
En el mismo encuentro con los medios, la presidente expresó que aguarda que Brasil “crezca a tasas que hagan posible volver a instalar ese asunto como prioritario en nuestra pauta". En la siguiente etapa de su gira, la comitiva brasileña deberá oír las propuestas que presente el gobierno ruso, cuya impronta es cambiar aviones de combate y otro material militar y policial por carne y productos agropecuarios oriundos de Brasil, por ahora sujetos a rígidas y restrictivas normas sanitarias para su ingreso en Rusia. El tema aeronáutico ha vuelto a concitar atenciones en lo militar, últimamente casi opacando la importancia de las actuales negociaciones del Ejército en Alemania para dotarse de hasta 36 vehículos KMW Gepard.
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