La presidenta Dilma Rousseff ha decidido esperar hasta mediados de 2013 para tomar
una decisión sobre la compra de nuevos aviones de combate para la Fuerza Aérea
Brasileña (FAB), un contrato de mil millones de dólares, en el que Boeing cuenta con
más posibilidades, debido a su reciente colaboración con Embraer, dijeron dos funcionarios
a Reuters. Brasil planea gastar al menos $ 4 mil millones para adquirir 36 nuevos aviones
de combate, una de las operaciones de defensa más observadas en los últimos años en
los países emergentes. Los finalistas son el Boeing estadounidense, francesa Dassault Aviation
y la sueca Saab. Rousseff tiene la intención de advertir al presidente de EE.UU., Barack
Obama , sobre un posible aplazamiento durante su reunión de esta semana en Nueva York,
en medio de la reunión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), dijeron
las fuentes, que pidió el anonimato .
Ella Misma Dilma tomará una decisión sobre el proveedor de los aviones, una compra que
será crucial durante décadas para dar forma a las alianzas estratégicas y militares de Brasil,
que busca consolidarse como una gran potencia mundial. La competencia se suspende en
parte por razones presupuestarias, de acuerdo con un empleado. Dilma acaba de librar una
dura batalla con los empleados públicos para los aumentos salariales, y sería políticamente
difícil aprobar un gasto de miles de millones de dólares para equipo militar tan pronto
después de reclamar las limitaciones financieras para aumentar los salarios.
"Las conversaciones (internas) se hizo más específico y se centró más, y creo que
nos estamos acercando a una decisión", dijo una fuente. "Pero eso no se dará a conocer
en el 2012."
El conflicto ha durado más de una década, a través de tres gobiernos, y en el punto ganador
se convirtió en algo así como apostar por el ganador de un partido de fútbol que nunca
sucede. Sin embargo, las noticias sobre las deliberaciones de Dilma se
controlan cuidadosamente, ya veces influyen en los precios de mercado de las acciones de
los finalistas, en parte debido a la falta de otros importantes contratos militares en Europa
y EE.UU.. Reuters informó en febrero que Dilma se inclina por Rafale, Dassault. Pero
después de eso, nuevas preocupaciones sobre el alto costo de los aviones franceses y
sobre todo acerca de los términos del intercambio de tecnología, algo que Dilma
considera crucial para definir el ganador, según las autoridades.Mientras tanto, Boeing
ganó puntos con el anuncio de una serie de asociaciones con Embraer, que está
expandiendo agresivamente sus operaciones de defensa. En julio, Embraer dijo que
Boeing suministrará sistemas de armas para el combate Super Tucano , y la compañía
de EE.UU. también está ayudando en el desarrollo del KC-390 de reabastecimiento y aviones
jet de transporte militar.
También en febrero, Reuters informó de que Boeing había congelado el precio de su
oferta desde el año 2009, una situación inusual, que parece que se han beneficiado de la
relación costo-beneficio de su F-18 en comparación con el Rafale. El costo unitario de
los chorros no fue revelado. "Boeing está definitivamente mejor apareciendo en los
últimos meses", dijo un segundo funcionario. Ambas fuentes dijeron Saab, quien disputa
con la caza Gripen NG es un distante tercer lugar en la carrera. Los funcionarios de
defensa dicen que Dilma debe tomar una decisión pronto, porque la flota actual de la FAB
se está convirtiendo cada vez más obsoleto y caro de mantener. Por otra parte, Brasil está
bajo presión para mejorar sus capacidades defensivas, como parte de los preparativos para
el Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.
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